"Tucumán es una provincia rica en recursos hídricos que no debería tener problemas con el abastecimiento de agua. El futuro de este líquido vital para la vida del hombre depende de que se haga una gestión integrada de los recursos hídricos. Si lo logramos, con un enfoque participativo y de cuenca, garantizaremos un futuro sostenible y disminuiremos los conflictos entre los usuarios (residenciales, agricultores, industriales). Sin gestión no se garantiza la gobernabilidad efectiva del agua. Si impulsamos una buena gestión de cuenca aguas arriba de nuestros embalses, garantizaremos su preservación, no sólo desde el punto de vista de su vida útil (disminución de aportes de sedimentos) sino también desde el punto de vista de la calidad de las aguas". Así habló ante LA GACETA la ingeniera civil hidráulica, Hebe Barber, al analizar el futuro de la provisión de agua para distintos usos en la provincia.
"Para que no haya problemas -agregó- debemos anticiparnos a los conflictos por el uso del agua. Es fundamental garantizar un enfoque participativo, ya que de manera concertada se podrán enfrentar los problemas de usos, los riesgos naturales y la degradación ambiental".
Coordinar acciones
En cuanto al cambio climático, señaló que existe una tendencia al incremento en las precipitaciones. "Por ello debemos coordinar acciones estructurales (obras físicas: presas de control de erosión, presas de regulación, obras de sistematización, entre otras) y también no estructurales (forestación, políticas sobre usos de suelo, entre otras) para garantizar la gestión sostenible de la cuenca", observó. Si bien la especialista destacó el gran potencial de las reservas subterráneas de agua, dijo que "es necesario profundizar el conocimiento que tenemos sobre esta fuente y también sobre nuestros recursos de agua superficial, ya que no se puede gestionar lo que no se conoce".
"Para que no haya problemas -agregó- debemos anticiparnos a los conflictos por el uso del agua. Es fundamental garantizar un enfoque participativo, ya que de manera concertada se podrán enfrentar los problemas de usos, los riesgos naturales y la degradación ambiental".
Coordinar acciones
En cuanto al cambio climático, señaló que existe una tendencia al incremento en las precipitaciones. "Por ello debemos coordinar acciones estructurales (obras físicas: presas de control de erosión, presas de regulación, obras de sistematización, entre otras) y también no estructurales (forestación, políticas sobre usos de suelo, entre otras) para garantizar la gestión sostenible de la cuenca", observó. Si bien la especialista destacó el gran potencial de las reservas subterráneas de agua, dijo que "es necesario profundizar el conocimiento que tenemos sobre esta fuente y también sobre nuestros recursos de agua superficial, ya que no se puede gestionar lo que no se conoce".